back to top
sábado, marzo 1, 2025
InicioLa EmpresaEl futuro de la agroindustria y la industria alimentaria en México

El futuro de la agroindustria y la industria alimentaria en México

El futuro de la seguridad alimentaria global es cada vez más incierto, sujeto al cambio climático, la pérdida de biodiversidad y los cambios en las demandas agrícolas. Según Bram Govaerts, Director General de CIMMYT, existe una necesidad urgente de inversión en innovación agrícola y de una estrategia a largo plazo para construir sistemas alimentarios resilientes.

CIMMYT ha jugado un papel fundamental en la introducción del gen de enanismo que revolucionó los rendimientos del trigo, evitando la escasez global de alimentos durante décadas. Sin embargo, garantizar la seguridad alimentaria futura requiere una inversión continua. La aparición de enfermedades en los cultivos, como el UG99, una enfermedad del trigo sin inmunidad natural, demuestra la necesidad de seguir investigando. “Lo que damos por hecho hoy debe ser considerado con cuidado”, advirtió. “El 70% de las variedades de trigo en el mundo provienen de los materiales genéticos de CIMMYT. Sin embargo, no podemos asumir que la investigación continuará a menos que invirtamos en ella”.

Desde su inauguración, el presidente Donald Trump firmó una orden ejecutiva suspendiendo la asistencia humanitaria de USAID. “La decisión desató una amplia preocupación en la comunidad internacional y amenaza con desestabilizar regiones vulnerables y frenar décadas de progreso en desarrollo, salud y derechos humanos”, según IE University. Esta falta de inversión tendrá un impacto en la investigación de CIMMYT, ya que el 60% de su financiamiento proviene de USAID.

El mayor desafío para CIMMYT, sin embargo, radica en justificar la inversión en medidas preventivas. “¿Cómo demuestras el valor de invertir en algo que aún no ha sucedido?”, se preguntó Govaerts. A pesar de esto, CIMMYT sigue siendo un actor clave en las discusiones sobre seguridad alimentaria global, siendo la única organización de investigación agrícola invitada a foros de seguridad global.

La estrategia de CIMMYT para 2030 se enfoca en mejorar la resiliencia de los sistemas alimentarios y abordar las pérdidas económicas derivadas de los rendimientos decrecientes. En México, las pérdidas en la producción de maíz podrían alcanzar los US$5 mil millones anuales, siendo Sinaloa, Michoacán y Guanajuato los estados más afectados. “Si queremos cambiar esta trayectoria, necesitamos un plan estratégico de 20 años”, enfatizó Govaerts.

Los componentes clave del enfoque de CIMMYT incluyen:

Agricultura Regenerativa:

  • Reducción del 60% de las emisiones de CO₂ por consumo de diésel
  • Uso de un 70% menos de combustible
  • Mejora de la fertilidad del suelo en un 30%
  • Ahorro de hasta 6 millones de m³ de agua en la producción de cebada

Transferencia de Conocimiento y Capacitación:

  • Solo el 6.7% de los agricultores mexicanos recibieron asistencia técnica en 2022, lo que limita el acceso a innovaciones.
  • Ampliar los programas de intercambio de conocimientos empoderará a los agricultores con herramientas para tomar decisiones que les permitan gestionar mejor los riesgos climáticos y los desafíos de sostenibilidad.

El programa Cereales para México: Visión 2040 de CIMMYT proyecta diferentes escenarios para la producción de maíz, trigo y frijol, subrayando la necesidad de diversificación y una mejor conectividad con el mercado. Para 2040, se espera que la demanda de maíz aumente en un 46%, mientras que la producción crecerá un 33%, lo que provocará una caída en la autosuficiencia del 61% al 55%. La demanda de trigo crecerá un 17%, pero la autosuficiencia caerá al 42%. En cambio, se proyecta que el consumo de frijol disminuya un 11%, mientras que la producción tendrá un aumento modesto del 3%, manteniendo una alta tasa de autosuficiencia del 95%, según los datos de CIMMYT.

Con base en estos resultados, existen tres escenarios potenciales para el sector agrícola de México. El primero es un escenario de statu quo, donde las tendencias actuales continúan y los desafíos existentes no se abordan. El segundo visualiza un cambio hacia un 75% de autosuficiencia, con medidas proactivas para fomentar sistemas alimentarios sostenibles. El escenario más ambicioso busca una autosuficiencia del 100%, en la que México cubre completamente sus necesidades de consumo de cultivos de cereales a través de la producción nacional. “El futuro de México depende de México”, instó Govaerts.

Lograr una mayor seguridad alimentaria, sin embargo, requiere avances tecnológicos y un mejor acceso al mercado para los pequeños y medianos productores, según Govaerts. “Decir que queremos comprar a los pequeños agricultores es una cosa; hacerlo económicamente viable es otra”, señaló. El enfoque de CIMMYT incluye asegurar ganancias para las agroempresas, construir conexiones de mercado, mejorar la infraestructura y desarrollar mecanismos financieros para permitir que los pequeños agricultores compitan de manera efectiva.

“Para sostener la productividad, debemos diversificar los cultivos, invertir en investigación que garantice la resistencia a los desafíos futuros y fomentar la colaboración entre los gobiernos, el sector privado y las instituciones de investigación”, dijo Govaerts. “El momento de actuar es ahora, asegurando que las innovaciones agrícolas de hoy sienten las bases para un futuro resiliente y con seguridad alimentaria”.

Artículos relacionados

Últimas publicaciones