Las pequeñas y medianas empresas (PYMES) son uno de los motores más importantes de la economía mexicana. En 2025, su papel sigue siendo fundamental no solo por el número de empleos que generan, sino también por su contribución a la innovación, el desarrollo local y la resiliencia económica.
¿Cuál es su importancia real?
Según datos de la Secretaría de Economía, en México existen más de 4.1 millones de PYMES. Estas representan alrededor del 99.8% de todas las unidades económicas del país y generan aproximadamente el 70% del empleo formal y el 52% del Producto Interno Bruto (PIB).
| Indicador | Cifra aproximada en 2025 |
| Total de PYMES en México | 4.1 millones |
| Porcentaje del total de empresas | 99.8% |
| Empleo generado | 70% del empleo formal |
| Contribución al PIB | 52% |
Además, las PYMES operan en prácticamente todos los sectores económicos: desde la manufactura hasta los servicios financieros, desde el comercio local hasta la exportación de productos especializados.
| Sector | Porcentaje de PYMES activas |
| Comercio | 43% |
| Servicios | 37% |
| Manufactura | 13% |
| Construcción, transporte, otros | 7% |
Principales desafíos
El acceso al financiamiento sigue siendo uno de los mayores obstáculos. Solo el 18% de las PYMES logra obtener crédito formal, lo cual limita su capacidad para crecer o innovar. La digitalización también representa un reto: apenas un 45% utiliza herramientas tecnológicas de forma regular, y solo un 22% cuenta con tienda en línea.
Los altos costos operativos, como renta, electricidad e impuestos, presionan sus márgenes de ganancia. A esto se suma la competencia desleal de la economía informal, que emplea a más del 50% de la población económicamente activa. Finalmente, la falta de capacitación en administración, marketing y exportaciones reduce su competitividad.
Oportunidades en 2025
A pesar de los obstáculos, 2025 ofrece varias oportunidades para que las PYMES mexicanas crezcan y se fortalezcan. La transformación digital avanza con el impulso de plataformas como Mercado Libre, Shopify y Tiendanube, que han facilitado el comercio electrónico incluso para negocios familiares.
El fenómeno del nearshoring abre nuevas puertas. La relocalización de cadenas de suministro desde Asia hacia América del Norte ha convertido a México en un destino atractivo para inversiones extranjeras. Esto genera nuevas oportunidades para PYMES proveedoras, especialmente en regiones como Querétaro, Tijuana y Monterrey.
También hay programas públicos activos: créditos para mujeres emprendedoras, subsidios a tecnologías verdes, incentivos fiscales y apoyos de capacitación en coordinación con universidades y centros de innovación.
Casos inspiradores
TamarindoMX, una empresa de botanas artesanales en Jalisco, duplicó sus ventas durante 2024 gracias al uso de TikTok, colaboraciones con influencers y participación en ferias digitales. Hoy exporta a Estados Unidos y Centroamérica.
En Oaxaca, Girasol Textil, liderada por mujeres, accedió a financiamiento de banca social para profesionalizar su producción. En 2024, participaron en el New York Textile Show, abriendo nuevos mercados para su ropa bordada.
Otro caso es Biotech Verde, una startup en Guadalajara que desarrolla empaques biodegradables. Gracias a un programa de aceleración europeo, obtuvo fondos para escalar y ahora colabora con supermercados en Europa.
Consejos prácticos para emprendedores
Para quienes desean fortalecer su negocio, la formalización ante el SAT puede ofrecer acceso a apoyos y beneficios fiscales. Integrar tecnología —como sistemas de punto de venta y redes sociales— mejora el control y la visibilidad del negocio. La capacitación continua, mediante plataformas gratuitas como Aprende.org o Google Digital Garage, ayuda a profesionalizar la operación. Y conectar con redes empresariales o incubadoras locales permite intercambiar experiencias y encontrar alianzas.
Conclusión
En 2025, las PYMES siguen siendo la columna vertebral de la economía mexicana. Apoyarlas es clave para reducir la desigualdad, fomentar el empleo digno y promover el desarrollo regional. Pero más allá de políticas públicas, su éxito depende también de su capacidad para adaptarse, innovar y conectarse con el mundo digital.
Apostar por las PYMES es apostar por un México más dinámico, diverso y justo. Con el impulso correcto, pueden convertirse no solo en sobrevivientes, sino en protagonistas del crecimiento económico nacional.