Una estructura de 1,375 años de antigüedad en forma de pirámide ha sido descubierta durante trabajos de construcción de una carretera en la región de Sierra Alta, en Hidalgo, al norte de la Ciudad de México. Representantes del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) del país anunciaron que la estructura se conoce en arqueología como una “base piramidal”, una fundación sobre la que típicamente se construía una pirámide.
En Mesoamérica, un territorio histórico que se extiende desde el México Central hasta el norte de Costa Rica, las civilizaciones prehispánicas como los mayas, aztecas, teotihuacanos y otras construyeron monumentos piramidales para diversos fines ceremoniales y religiosos, generalmente con escaleras centrales y diseños escalonados. A menudo, estas pirámides servían como templos en el centro de las metrópolis.
El hallazgo de esta base ocurrió inicialmente en junio, durante la construcción de un nuevo carril en la Carretera Federal 105. Según los expertos, la estructura podría datar de un asentamiento prehispánico llamado Metztitlán, un reino que logró mantenerse independiente del control azteca. El sitio consta de cinco secciones y diez montículos arqueológicos, con objetos e infraestructuras que abarcan desde el período Clásico Tardío (650-950 d.C.) hasta el período Azteca (1350-1519 d.C.).
Tras el descubrimiento de la base piramidal, los arqueólogos realizaron una excavación adicional que arrojó 155 artefactos, incluidos conchas, cerámica y otros materiales. Héctor Labra Chávez, director de turismo de la vecina localidad de San Agustín Metzquititlán, dijo en un comunicado que “no se conocían restos de civilizaciones prehispánicas en esta área inmediata” antes de este hallazgo.
El 6 de diciembre, Mexico News Daily informó que la base piramidal será nuevamente enterrada como medida de preservación después de que se tomen suficientes documentos para modelos 3D. Esta decisión se debió, en parte, al llamado de la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, para recortar el presupuesto del INAH en un 45%, lo que limita los fondos para investigaciones y estudios adicionales.
Este hallazgo sigue al descubrimiento de una vasta ciudad maya en la selva mexicana en octubre.