La detención de un ingeniero químico, un aspirante a “Walter White brasileño” como el personaje ficticio de la serie de televisión Breaking Bad, sugiere que la producción de metanfetaminas en la región podría estar expandiéndose.
El 17 de enero, las autoridades brasileñas capturaron a Guillermo Fabián Martínez Ortíz, alias “Fantasma”, un mexicano acusado de ser el principal fabricante de metanfetaminas en el estado de São Paulo y uno de los pioneros de la producción local en la ciudad.
La detención fue parte de la Operación Heisenberg, nombre tomado del alias utilizado por Walter White en la serie sobre un profesor de secundaria que se convierte en productor y traficante de metanfetaminas. La operación brasileña tenía como objetivo desmantelar una red de productores y traficantes de metanfetaminas vinculados a organizaciones criminales dirigidas por grupos mexicanos y chinos.
Martínez Ortíz trabajó previamente en la empresa estatal de petróleo Pemex antes de mudarse a Brasil, donde, según el Departamento de Investigación sobre Narcóticos (DENARC), transformó el mercado local de drogas. La metanfetamina, que antes se importaba a $80 por gramo, bajó a $12 por gramo bajo su operación. Otros informes indican que tenía vínculos con mafias nigerianas y chinas en São Paulo para abastecer la demanda local.
Análisis de InSight Crime
Estas primeras señales sugieren que la producción de metanfetaminas podría estar expandiéndose más allá de México, un país que ha dominado el mercado durante mucho tiempo.
Específicamente, el surgimiento de la producción local en Brasil parece haber remodelado el mercado de metanfetaminas en São Paulo en un corto período de tiempo, reduciendo los costos y la dependencia de proveedores extranjeros.
Brasil no es el único país donde los mercados de metanfetaminas están cambiando. El 10 de enero, fiscales chilenos desmantelaron un laboratorio de metanfetaminas dirigido por mexicanos en una zona rural de la región de O’Higgins, en el centro de Chile, incautando 884 kilogramos de la droga. Las autoridades indicaron que el envío había llegado desde Manzanillo, México, para su procesamiento en Chile antes de ser enviado a Europa y Oceanía. Mientras tanto, en julio de 2024, las autoridades colombianas interceptaron un envío de metanfetamina en el puerto de Buenaventura, en la costa pacífica.
El caso en Chile sugiere que las redes mexicanas están diversificando sus rutas de tráfico. Este patrón se asemeja al uso de países terceros como eslabones en las cadenas de suministro del tráfico de drogas, una táctica también observada en el contrabando de precursores químicos hacia México. El caso de Colombia refuerza la idea de que las redes criminales están explorando nuevos corredores para mover la droga mientras evaden los controles de la ley.
México ha sido un centro de producción de metanfetaminas durante décadas, con el aumento de la fabricación de drogas alimentando el consumo interno y las exportaciones hacia sus mercados principales: Estados Unidos y Europa.
Sin embargo, hasta ahora no hay evidencia clara de que el consumo esté aumentando en otros países sudamericanos, según informes de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC). Aunque la metanfetamina es un potente estimulante, el mercado sudamericano sigue estando dominado por la cocaína, que tiene una base de consumidores establecida.