En un momento de tensiones globales y redefinición geopolítica, México asume un papel cada vez más protagónico en América Latina. Al 4 de noviembre de 2025, los hechos muestran que el país está fortaleciendo sus alianzas con América del Sur y el Caribe, impulsando una cooperación Sur-Sur más intensa y participando activamente en las cumbres hemisféricas.
Una agenda más allá del norte
La presidenta Claudia Sheinbaum aprovechó la plataforma de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) en Tegucigalpa en abril para anunciar la convocatoria de una “Cumbre para el Bienestar Económico de América Latina y el Caribe”. Allí planteó la necesidad de una integración económica basada en “prosperidad compartida y respeto a nuestras soberanías”.
Es decir: México ya no mira únicamente hacia el norte – hacia Estados Unidos – sino que amplía su horizonte hacia el sur, rompiendo parcialmente la dependencia de EUA como único socio estratégico.

Alianzas clave que marcan la nueva ruta
Entre los movimientos más relevantes destaca el acercamiento entre México y Brasil, las dos mayores economías de América Latina. En una reunión conjunta, los presidentes Luiz Inácio Lula da Silva y Sheinbaum anunciaron un plan para “intensificar relaciones comerciales”, reforzar cadenas de producción regionales (automotriz, farmacéutica) y coordinar políticas frente a aranceles impredecibles de Estados Unidos.
Por otro lado, México participó de la “Segunda Sesión de la Conferencia Regional de Cooperación Sur-Sur” en Santiago, Chile, en junio de 2025, donde se definieron mecanismos de integración productiva latino-caribeña.
¿Y la cumbre hemisférica?
La próxima edición de la X Summit of the Americas se llevará a cabo en diciembre de 2025 en Punta Cana, República Dominicana. El tema central será “cooperación hemisférica, desarrollo sostenible y recursos compartidos”.
Aunque México no es el país anfitrión, su papel como motor de integración regional le da visibilidad clave en los preparativos del evento.
¿Qué impulsa esta diplomacia mexicana?
- Diversificación económica: la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) advirtió que la región debe diversificar mercados ante medidas proteccionistas de EE. UU.
- Cooperación productiva: México ha puesto al centro temas como manufactura farmacéutica, cadenas automotrices regionales, intercambio de energías limpias.
- Enfoque Sur-Sur: la cooperación entre países del “Global Sur” ya no es solo asistencia; es estructura de producción conjunta.
- Visibilidad internacional: con esta agenda México busca afianzarse como interlocutor clave, más allá del papel tradicional de “puente” con el Norte. Un análisis reciente lo cataloga como “el próximo líder regional emergente”.
Acciones recientes de México en América Latina
| Acción | País(es) involucrados | Qué implica |
| Convocatoria de cumbre Sur-Sur | Varios países de CELAC | Propuesta para una Cumbre del Bienestar 2026. |
| Alianza comercial México-Brasil | Brasil | Fortalecer manufacturas regionales. |
| Participación en conferencia cooperativa | Chile y otros | Fortalecimiento de la cooperación Sur-Sur. |
| Preparación para cumbre hemisférica | República Dominicana + México | México como actor clave en debates hemisféricos. |

Una voz que refleja la estrategia
“Invito a CELAC a convocar una ‘Cumbre para el Bienestar Económico de América Latina y el Caribe’… para hacer realidad una mayor integración regional.” — Claudia Sheinbaum en su intervención, abril 2025.
Conclusión
México está en una fase activa de reorientación diplomática. La ampliación de alianzas con países latino-caribeños y su protagonismo en iniciativas Sur-Sur indican que desea pasar de espectador a arquitecto de la integración regional.
Si bien los retos (coordinación, recursos, implementación) son reales, el cambio de rumbo es claro. Para el lector en México, esto significa que la política exterior ya no sólo transcurre “allá afuera”: sus efectos pueden venir en comercio, inversión y empleo más cerca de casa.
