La palabra feminicidio suena fuerte, pero los números que hay detrás lo son aún más. En 2025, México sigue enfrentando una crisis de violencia contra las mujeres, con cifras que resultan alarmantes incluso para quienes ya conocíamos esta realidad. Revisemos juntos lo más reciente y las zonas más vulnerables.
Lo que dicen las cifras recientes
- En el primer semestre de 2025, México registró 338 feminicidios, de acuerdo con reportes públicos del SESNSP. Eso representa un promedio diario de casi dos mujeres asesinadas por razones de género.
- De esos 338 casos, el Estado de México acumuló 33 feminicidios (casi el 10 % del total nacional en ese periodo).
- En cuanto a tasa por 100 mil habitantes, Morelos lidera con 1.79 feminicidios en ese semestre.
- Otro dato alarmante: entre enero y julio de 2025, se contabilizaron 394 feminicidios en México. Tres entidades —Estado de México, Ciudad de México y Morelos— concentran alrededor del 20 % de esos casos.
- En el rubro de niñas y adolescentes, entre enero y junio de 2025 se registraron 57 homicidios dolosos de mujeres de 0 a 17 años, de los cuales al menos 27 fueron tipificados como feminicidios. Esta población representa el 9.7 % del total de feminicidios entre 2015 y junio de 2025.
Estos números pintan una situación cruda: no solo hay muchas víctimas, sino que algunas de las más pequeñas no están exentas del riesgo.

Zonas de mayor alarma: dónde se concentran los casos
Las cifras muestran que la violencia feminicida no se distribuye uniformemente: algunas entidades llevan la carga más pesada.
Estados con más incidencia
- Estado de México, Ciudad de México y Morelos: entre enero y julio de 2025, estas tres entidades concentran cerca del 20 % del total nacional de feminicidios.
- Morelos destaca con la tasa más alta observada en ese periodo, 1.79 feminicidios por cada 100 mil mujeres.
- Entidades como Tabasco, Sinaloa y Nayarit también muestran tasas altas por cada 100 mil mujeres en el semestre citado.

Municipios con repunte
- Los municipios más señalados son Culiacán (Sinaloa) y Juárez (Chihuahua) — cada uno reportó 9 feminicidios en ese primer semestre
- Le sigue Tijuana (Baja California) con 8 casos, y los municipios Centro (Tabasco) y Reynosa (Tamaulipas) con 5 cada uno.
Estas zonas no solo reportan cifras altas absolutos, sino que asumen patrones persistentes de violencia que requieren atención prioritaria.
Causas y retos estructurales
No basta con presentar cifras; hay que entender qué factores permiten que la violencia feminicida persista.
- En muchos casos, los homicidios de mujeres no se investigan bajo criterios de género, lo que genera una subestimación real de feminicidios.
- Las diferencias en definición, tipo de registro y clasificación entre entidades federativas impiden comparaciones precisas y dificultan políticas coordinadas.
- Las víctimas más jóvenes son especialmente vulnerables, sin redes de protección adecuadas, y en ocasiones el Estado no garantiza una investigación con enfoque de género.
- En el mismo entorno, muchas de las agresiones ocurren a manos de parejas, exparejas o personas cercanas, lo que complica los mecanismos de prevención y protección inmediata.

Datos clave en contexto
Indicador | Cifra | Fuente / Comentario |
Feminicidios primer semestre 2025 | 338 | Estimado nacional del SESNSP |
Entidad con mayor tasa | Morelos, 1.79 por 100 mil | Según cálculo en ese periodo |
Casos en niñas y adolescentes (0–17 años) | 57 homicidios, 27 feminicidios | Enero–junio de 2025 |
Entidades con alta concentración | CDMX, Edomex, Morelos | Conjunto del 20 % nacional |
Municipios más violentos | Culiacán, Juárez, Tijuana | En primer semestre 2025 |
Casos que sacuden y recuerdan lo humano
En julio de 2025, se registraron 54 feminicidios en México —otra confirmación de que la violencia persiste mes a mes. Uno de los casos más documentados recientemente fue el de Lorena Jaqueline Morales Valencia, asesinada tras 12 días desaparecida en León, Guanajuato. Videos y testimonios apuntan al presunto agresor como su jefe y expareja. Este caso ha despertado indignación y exige que se activen protocolos de alerta temprana en zonas de riesgo.

Reflexión final
Las estadísticas de feminicidio en México para 2025 muestran un panorama doloroso que sigue empeñándose en recordarnos que la violencia de género no es un fenómeno episódico: es estructural. Las zonas de mayor alarma siguen demostrando que no basta con decretos, discursos o acciones aisladas.
Lo urgente es que las políticas de prevención, protección e investigación funcionen de manera articulada, con enfoque territorial y con la participación de comunidades. Porque detrás de cada número está una mujer con nombre, historia y familia que merece justicia.