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martes, julio 1, 2025
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Arte urbano con causa: murales, grafitis y activismo visual en barrios mexicanos

En México, el arte urbano ha encontrado su lugar como una de las formas más poderosas de expresión ciudadana. Más allá de lo estético, los murales, grafitis, esténciles y paste-ups han evolucionado en herramientas de resistencia, denuncia social y construcción de identidad colectiva. Las calles se han vuelto galerías vivas donde se cuentan historias que no aparecen en los medios ni en los libros de texto.

Este fenómeno ha crecido notablemente en la última década, pero en 2025 alcanza nuevos niveles de visibilidad gracias a proyectos culturales, financiamiento público y el trabajo constante de colectivos autogestivos.

CDMX: Iztapalapa y Tláhuac como murales de resistencia

En la Ciudad de México, Iztapalapa se ha consolidado como un semillero de muralismo social. En 2025, la alcaldía reporta más de 130 murales creados en colaboración con jóvenes de secundaria, preparatoria y artistas locales, en espacios como la Utopía Meyehualco y escuelas públicas.

Iztapalapa Mural
Iztapalapa Mural

Uno de los más destacados este año es el mural “Las que no están”, dedicado a mujeres desaparecidas, que cubre la fachada completa de una preparatoria y fue diseñado junto a madres buscadoras. La obra incluye códigos QR que dirigen a perfiles de desaparecidas y a redes de ayuda inmediata.

Iztapalapa Mural
Iztapalapa Mural

En Tláhuac, el Colectivo Zompantli Urbano ha promovido el muralismo de memoria con énfasis en costumbres ancestrales, pueblos originarios y derechos del agua, en respuesta a megaproyectos que amenazan los ecosistemas locales.

Oaxaca: entre resistencia cultural y arte global

En Oaxaca, el arte urbano dialoga con el grabado tradicional, la lengua zapoteca y las causas sociales. El colectivo Lapiztola, por ejemplo, ha pintado murales en colaboración con comunidades que luchan contra el despojo de tierras en el Istmo de Tehuantepec.

Además, artistas emergentes como Yescka, Tlacolulokos y Collectivo Chiquitraca han creado piezas que han viajado desde las calles de Oaxaca hasta museos en Los Ángeles y Berlín, llevando consigo los rostros, las trenzas, los trajes y la lucha de sus pueblos.

En junio de 2025, el festival “Guelaguetza Gráfica” reunió a más de 40 artistas urbanos nacionales e internacionales que intervinieron muros en barrios oaxaqueños con mensajes de justicia climática, feminismo comunitario y soberanía alimentaria.

El colectivo Lapiztola
El colectivo Lapiztola

Guadalajara: arte por los que faltan

Guadalajara enfrenta una de las crisis de desapariciones más graves del país. Frente al silencio institucional, colectivos de arte y familiares de víctimas han ocupado bardas, puentes peatonales y hasta parabuses con murales que muestran rostros de personas desaparecidas.

El colectivo Por Amor a Ellxs ha realizado más de 80 murales entre 2022 y 2025, convirtiendo el arte en memoria activa. “Cada mural es una ofrenda, un recordatorio de que seguimos buscando”, dicen las madres organizadoras. En varias zonas, las escuelas han integrado recorridos educativos por los murales para visibilizar la problemática desde las aulas.

Mural 'Hasta encontrarles' del colectivo Por Amor a Ellxs
Mural ‘Hasta encontrarles’ del colectivo Por Amor a Ellxs

Monterrey y el arte urbano digitalizado

En Monterrey, la innovación se ha fusionado con la calle. En zonas como San Bernabé, Mitras y La Independencia, colectivos como Muro Reverso y Code Street MX han creado murales interactivos. Al escanear un código QR en la obra, los visitantes pueden acceder a entrevistas con vecinos, archivos históricos del barrio o podcast de denuncia social.

Este modelo ha sido replicado en 2025 por universidades, ONGs y centros culturales, y ha recibido reconocimiento por parte de la UNESCO como ejemplo de arte público con enfoque tecnológico y de justicia social.

Además, artistas locales como Seek, Minoz y Malditeros han convertido sus murales en NFTs culturales que financian nuevos proyectos en zonas marginadas, mostrando que el arte callejero también puede abrir espacios sostenibles.

Arte Urbano en Monterrey, Nuevo León
Arte Urbano en Monterrey, Nuevo León

Otros estados en movimiento

  • En Chiapas, murales en San Cristóbal de las Casas retratan la lucha zapatista, la defensa del maíz nativo y la vida de los pueblos tzotziles.
  • En Veracruz, el Festival Internacional del Grafiti ColorEs Calle reunió en abril de 2025 a artistas de 8 países en el puerto de Veracruz, con obras sobre migración y justicia ambiental.
  • En Baja California, jóvenes de Tijuana están interviniendo el muro fronterizo con piezas en colaboración con artistas de California, fusionando protesta visual con arte transfronterizo.
Mural pintado en la colonia Bosques del Pedregal, Zona Norte, Chiapas
Mural pintado en la colonia Bosques del Pedregal, Zona Norte, Chiapas

¿Por qué importa tanto este movimiento?

Porque los murales no se borran fácilmente. Porque la calle es el espacio donde muchos mexicanos se encuentran, se informan y se reconocen. Y porque cuando los muros hablan, los silencios institucionales pesan menos.

Además, el arte urbano tiene un impacto directo en los barrios: revitaliza espacios abandonados, genera identidad colectiva, atrae visitantes culturales y, sobre todo, abre diálogo donde antes solo había miedo o apatía.

Conclusión

El arte urbano con causa en México es más que pintura: es historia viva, herramienta pedagógica, grito colectivo. En un país donde muchas veces la justicia no llega por la vía legal, el muralismo social ha creado su propio tribunal visual y público.

Y lo mejor es que este movimiento no necesita museos ni curadores. Solo muros, ganas de transformar y una comunidad que no quiera olvidar.

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